A veces el destino no puede dejar de entrometerse.

Mejores amigos desde siempre, Rosie y Alex han compartido sus esperanzas, sueños y momentos incómodos. Pero su amistad se ve en peligro cuando la familia de Alex decide mudarse a América. A pesar de seguir en contacto, los malentendidos, las circunstancias y la pura mala suerte parecen seguir conspirando para mantenerlos separados.

¿Podrán jugárselo todo, incluso su amistad, por el verdadero amor?*

Es inevitable no comenzar a hablar sobre el libro sin terminar escribiendo páginas y páginas sobre lo hermoso que es, lo mucho que te engancha la historia, etc. La verdad es que cuando lo leí por primera vez esperaba un libro ñoño y mamón, que terminara por estresarme de tanto amor que iba a florecer de este, pero el libro me cerro la boca rápidamente.

Por medio de cartas, mensajes, correo electrónicos y mensajes instantáneos, Cecelia nos cuenta la historia de amistad (y amor oculto) entre Rosie y Alex, quienes tienen la mayor mala suerte que puede haber en la historia del mundo. Cada vez que intentan estar juntos cosas pasan y el mundo se interpone para que esto suceda, dejándolos cada vez más separados.

Lo más interesante del libro y lo que no lo hace ser tan ñoño es que no solamente conocemos la historia de este amor imposible, también conocemos historias familiares y la relación que Rosie mantiene con sus amigos. Todo esto gracias a que el libro esta contado (si se puede decir contado) desde la perspectiva de Rosie y de los mensajes que le llegan.

¿Lo recomiendo? Un millón de veces si. Creo que muchas personas, aunque no les gusten las historias de amor, disfrutarían de una tarde leyendo la historia de estos dos muchachos. Te hace reír, llorar (y mucho) y querer pegarle unos cuantos golpes a los protagonistas cada vez que sucede algo o hacen algo que los separa más. Y si no eres muy buen lector, pero aún así quieres conocer la historia de Rosie y Alex, dejaré el trailer de la película acá abajo, porque por primera vez una película basada en un libro que leí logro no decepcionarme.